Os dejo por aquí un cortometraje taiwanes que he hallado en el blog de un colega. Sin ir más lejos me ha sorprendido porque aunque no disponga del acabado técnico de las películas de Ghibli y Miyazaki, consigue hipnotizarnos con la misma magía. Es la historia de una niña ciega y de como ve ella el mundo. Encuentro una forma muy bonita de explicar una historia y más observando que la única palabra que menciona la niña es el nombre del perro.
En definitiva, ojalá más de un corto de los que descubro o película tubiesen el encanto que tiene este.
Disfrutar.
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